Las patologías osteoarticulares y de tejidos como los tendones, fascias, ligamentos, están siendo tratadas desde hace años con terapias de origen biológico que permiten la reparación de esos tejidos mediante la aplicación de proteínas y células del propio individuo que facilitan el crecimiento y la regeneración de los tejidos dañados, con mínima molestia para el paciente y sin necesidad de pasar por un quirófano.
Durante mucho tiempo el único método para inyectar con precisión una sustancia en un determinado compartimento articular ha sido la fluoroscopio, mientras que las infiltraciones en partes blandas se han realizado y siguen realizándose de forma "ciega".
La ecografía permite realizar una infiltración controlando la aguja en tiempo real hasta su objetivo y así monitorizar el comportamiento de las estructuras mientras se realiza la técnica invasiva. Este control ecográfico permite introducir la sustancia terapéutica en el lugar exacto con lo que se consigue una mejor respuesta y se evita daños de estructuras nobles como vasos y nervios.
Las punciones ecoguiadas consiguen una respuesta mejor, con una mejoría más rápida de la sintomatología con respecto a las infiltraciones convencionales, disminuyendo el dolor post-punción e incrementando más de un 70% la duración del efecto.