Siguiendo esta consigna, el Dr. Ferreira ha conseguido en todos sus años de actividad profesional que sus paciente le consideren un buen y un gran médico.

Es evidente que en las últimas dos décadas se han producido más avances en la medicina que en todo el resto de su historia y es una realidad que no se puede concebir el ejercicio de la medicina en el siglo XXI sin la superespecialización, pero de poco sirve conseguir una alta capacitación profesional, si no va a acompañada de trato humano y diferencial con el paciente.

El Dr. Ferreira recibe pacientes de todos los lugares del mundo, con frecuencia casos complejos ya valorados e intervenidos previamente y  estudia cada caso de manera personalizada, atendiendo a las necesidades de cada paciente, para realizar un diagnóstico detallado y buscar un tratamiento adecuado, así como para resolver todas las dudas que puedan ir surgiendo durante el procedimiento.

La honestidad y la ética siempre son para él lo primero cuando indica una cirugía, y hace participe al paciente de las decisiones que se toman respecto a su tratamiento, repasando con él los pros y los contras de cada decisión, vigilando siempre su seguridad y ayudándole a decidir lo más acertado para su caso.